Muestra de artes marciales en Palermo
El 03/05/2014 de 13 a 18 horas se realizará en el Jardín Japonés el encuentro anual de aikido, una de las artes marciales niponas más interesantes. Bajo la dirección y supervisión de Katsutoshi Kurata Sensei, estarán presentes alrededor de 500 aikidokas del país y del exterior. El aikido fue creado en el siglo XX y busca derrotar al adversario sin dañarlo. En Casares y Figueroa Alcorta. Entrada: $32. Menores de 12 y mayores de 65 años, jubilados y pensionados, gratis.
lunes, 19 de mayo de 2014
Música
El gran fraude del "Beethoven japonés".
Célebre por sus bandas sonoras y sinfonías.
El compositor Mamoru Samuragochi se disculpó tras confesar que no era el autor de las obras que lo hicieron famoso.
El compositor de música clásica japonés Mamoru Samuragochi, sordo desde los 35 años, hizo ayer una confesión muy particular: pese a ser considerado el "Beethoven japonés", él no es el autor de las obras que lo llevaron a la fama. A través de su abogado, el músico aseguró haber contratado a alguien para escribir sus principales obras. La indignación de medios, fans y hasta su discográfica es total.
Según el diario Sports Nippon, el compositor se vio obligado a confesar por las amenazas de Takashi Niigaki, que ayer aseguró que lleva 18 años trabajando para Samuragochi.
"Empecé a usar a alguien para que compusiera por mí hacia 1996, cuando me encargaron la banda sonora de una película por primera vez. Esta persona me ayudó en más de la mitad de la banda original", dijo el músico.
El soundtrack del videojuego "Resident Evil" lo lanzó a la fama en 1995. Pero su obra maestra llegó en 2003 con Sinfonía Nº1, Hiroshima", en tributo a las víctimas de la bomba nuclear.
17 de Agosto de 2014. Hiromi Uehara. "Nadie debe morir por una bomba".
La pianista japonesa actúa por primera vez en la Argentina, en un concierto a puro jazz. Sus maestros, sus fuentes de inspiración y sus reflexiones sobre Hiroshima. Por Analía Melgar.
Hiromi es una pianista y compositora del universo del jazz que para los fanáticos es un imperdible, y para los neófitos, una joya a punto de ser descubierta. La oportunidad es este lunes 18 de agosto a las 21 en el teatro Coliseo, cuando se presente por primera vez en la Argentina junto a The Trio Project.
Se trata de una combinación de talentos destacadísimos. Hiromi, nacida bajo el nombre completo de Hiromi Uehara, en la próspera, industrial y costera ciudad de Hamamatsu, tocó a los 17 años con Chick Corea. Luego, cuando estudiaba en el Berklee College of Music en Boston, recibió la guía de Ahmad Jamal, el famoso pianista de jazz. Hiromi arma su primera presentación como parte de sus acercamientos a América Latina. Lo que ofrecerá en Buenos Aires, adelanta: "Será una selección del último disco que acaba de salir, un álbum que se llama Alive, el tercero con The Trio Project".
-¿Qué expectativas tenés?
-Nunca fui a la Argentina, es mi primera vez, así que no sé demasiado al respecto... todavía! Pero siempre he querido ir a la Argentina. Es uno de los países más musicales y apasionados que conozco, así que estoy muy entusiasmada con ir.
-¿Conocés el tango como música? Y como danza, ¿te gustaría aprenderla?
-Sí, conozco y me gusta el tango, aunque nunca lo toqué. Y quizás me gustaría aprender a bailar tango, pero no creo estar muy preparada para ello. Sí me gustaría verlo.
-No sólo sos pianista, es decir, ejecutante, sino también compositora. ¿De dónde viene tu inspiración para crear?
-La inspiración puede estar en todas partes. Pueden ser paisajes deslumbrantes, pueden ser conversaciones fascinantes que tengas con diferentes personas. Todo lo que mueva mis emociones y mi corazón, todo eso puede ser inspiración, por eso siempre estoy buscando momentos conmovedores.
-¿A quiénes reconocés como maestros o como influencias?
-Ahmad Jamal verdaderamente me ayudó a empezar mi carrera en el jazz. Siempre ha sido una figura importante en mi vida y me ha dado aliento para seguir, en cada proyecto.
-¿Hay algún rasgo de tu origen japonés que aparezca en tu música o es una música completamente internacional?
-Nunca he tratado de poner intencionalmente nada japonés en mi música porque, en todo caso, pienso que naturalmente está allí, aunque no sé muy bien dónde ni cómo... pero pienso que siendo yo japonesa está ahí. Simplemente por quién soy yo tiene que estar naturalmente allí. De todos modos, creo que la gente nunca se fija si mi música es japonesa o no.
-Japón es un país fuertemente marcado por los efectos de la bomba de Hiroshima. ¿Cómo reflexionás sobre eso?
-La guerra, cualquiera sea, no debe repetirse nunca más. Debemos vivir en paz. Nadie debe morir por ninguna bomba, de ningún tipo.
Taka Kigawa, en el CETC.
Mano de hierro, guante de terciopelo
El pianista japonés brilló con la integral de Pierre Boulez.
Integrales.
Taka Kigawa (piano).
Sala Centro de Experimentación del Teatro Colón, jueves 24/04/2014.
Con la obra completa para piano solo de Pierre Boulez, el japonés Taki Kigawa abrió el jueves la nueva edición de Integrales del Centro de Experimentación del Colón (que continuó anoche con los cuartetos de Kagel por el Cuarteto de la UNTREF y concluye hoy con la música para piano de Berio por Haydée Schvartz).
En la obra pianística de Boulez hay un hiato de más de cuatro décadas; entre la Tercera sonata, completada en 1957 aunque revisada en más de una ocasión, e Incises, de 2001, el autor no escribió música para piano solo; e incluso en compañía de otros instrumentos el piano no tuvo mayor protagonismo excepto en una obra como Eclat (1965). Ese hiato es temporal y, desde luego, estilístico. Tal vez por el hecho de haber sido escrita especialmente para un concurso de piano, el Umberto Micheli de Milán, Incises se recorta como algo diferente dentro de la obra de Boulez; y, cosa rara en el músico francés, tampoco re-elabora materiales de otras piezas. Lejos de la idea de variación a gran escala, Incises no evita las figuras recurrentes ni la filosofía del estudio virtuosista, aunque sin perder la apariencia de una encantadora improvisación. Su interpretación requiere, como dijo Boulez en una conversación con András Varga, "manos de hierro en guantes de terciopelo", y exactamente así lo transmitió el formidable Taka Kigawa: con extrema precisión y tersura.
La producción pianística de Boulez no se detuvo en Incises. Cuatro años después el autor escribió una nueva pieza de cuatro minutos que tituló Página de efeméride. Como Incises, tiene también un propósito pedagójico (el "Piano Project" de la editorial de música contemporánea Universal), pero su estilo es muy diferente; en cierta forma lleva al piano ciertos gestos orquestales y ornamentales que se volvieron su marca registrada.
Además de las tres Sonatas (la primera, de 1946; la segunda; de 1948; la tercera, en una versión de 1963), la selección de Kigawa rescató una obra de la prehistoria pianística del músico francés: las Doce Notationes, que prácticamente desaparecieron del catálogo para volver transformadas en las Notaciones para orquesta.
Si bien están basadas en una serie dodecafónica (el número doce es omnipresente: cada pieza posee además doce compases), estas piezas tienen una belleza tímbrica y cierta resonancia acampanada que las sonatas dejaron un poco de lado y que Kigawa exploró magistralmente. Las Notaciones crecieron en una hermosa tierra ambigua entre el impresionismo y el serialismo de posguerra.
Célebre por sus bandas sonoras y sinfonías.
El compositor Mamoru Samuragochi se disculpó tras confesar que no era el autor de las obras que lo hicieron famoso.
El compositor de música clásica japonés Mamoru Samuragochi, sordo desde los 35 años, hizo ayer una confesión muy particular: pese a ser considerado el "Beethoven japonés", él no es el autor de las obras que lo llevaron a la fama. A través de su abogado, el músico aseguró haber contratado a alguien para escribir sus principales obras. La indignación de medios, fans y hasta su discográfica es total.
Según el diario Sports Nippon, el compositor se vio obligado a confesar por las amenazas de Takashi Niigaki, que ayer aseguró que lleva 18 años trabajando para Samuragochi.
"Empecé a usar a alguien para que compusiera por mí hacia 1996, cuando me encargaron la banda sonora de una película por primera vez. Esta persona me ayudó en más de la mitad de la banda original", dijo el músico.
El soundtrack del videojuego "Resident Evil" lo lanzó a la fama en 1995. Pero su obra maestra llegó en 2003 con Sinfonía Nº1, Hiroshima", en tributo a las víctimas de la bomba nuclear.
17 de Agosto de 2014. Hiromi Uehara. "Nadie debe morir por una bomba".
La pianista japonesa actúa por primera vez en la Argentina, en un concierto a puro jazz. Sus maestros, sus fuentes de inspiración y sus reflexiones sobre Hiroshima. Por Analía Melgar.
Hiromi es una pianista y compositora del universo del jazz que para los fanáticos es un imperdible, y para los neófitos, una joya a punto de ser descubierta. La oportunidad es este lunes 18 de agosto a las 21 en el teatro Coliseo, cuando se presente por primera vez en la Argentina junto a The Trio Project.
Se trata de una combinación de talentos destacadísimos. Hiromi, nacida bajo el nombre completo de Hiromi Uehara, en la próspera, industrial y costera ciudad de Hamamatsu, tocó a los 17 años con Chick Corea. Luego, cuando estudiaba en el Berklee College of Music en Boston, recibió la guía de Ahmad Jamal, el famoso pianista de jazz. Hiromi arma su primera presentación como parte de sus acercamientos a América Latina. Lo que ofrecerá en Buenos Aires, adelanta: "Será una selección del último disco que acaba de salir, un álbum que se llama Alive, el tercero con The Trio Project".
-¿Qué expectativas tenés?
-Nunca fui a la Argentina, es mi primera vez, así que no sé demasiado al respecto... todavía! Pero siempre he querido ir a la Argentina. Es uno de los países más musicales y apasionados que conozco, así que estoy muy entusiasmada con ir.
-¿Conocés el tango como música? Y como danza, ¿te gustaría aprenderla?
-Sí, conozco y me gusta el tango, aunque nunca lo toqué. Y quizás me gustaría aprender a bailar tango, pero no creo estar muy preparada para ello. Sí me gustaría verlo.
-No sólo sos pianista, es decir, ejecutante, sino también compositora. ¿De dónde viene tu inspiración para crear?
-La inspiración puede estar en todas partes. Pueden ser paisajes deslumbrantes, pueden ser conversaciones fascinantes que tengas con diferentes personas. Todo lo que mueva mis emociones y mi corazón, todo eso puede ser inspiración, por eso siempre estoy buscando momentos conmovedores.
-¿A quiénes reconocés como maestros o como influencias?
-Ahmad Jamal verdaderamente me ayudó a empezar mi carrera en el jazz. Siempre ha sido una figura importante en mi vida y me ha dado aliento para seguir, en cada proyecto.
-¿Hay algún rasgo de tu origen japonés que aparezca en tu música o es una música completamente internacional?
-Nunca he tratado de poner intencionalmente nada japonés en mi música porque, en todo caso, pienso que naturalmente está allí, aunque no sé muy bien dónde ni cómo... pero pienso que siendo yo japonesa está ahí. Simplemente por quién soy yo tiene que estar naturalmente allí. De todos modos, creo que la gente nunca se fija si mi música es japonesa o no.
-Japón es un país fuertemente marcado por los efectos de la bomba de Hiroshima. ¿Cómo reflexionás sobre eso?
-La guerra, cualquiera sea, no debe repetirse nunca más. Debemos vivir en paz. Nadie debe morir por ninguna bomba, de ningún tipo.
Taka Kigawa, en el CETC.
Mano de hierro, guante de terciopelo
El pianista japonés brilló con la integral de Pierre Boulez.
Integrales.
Taka Kigawa (piano).
Sala Centro de Experimentación del Teatro Colón, jueves 24/04/2014.
Con la obra completa para piano solo de Pierre Boulez, el japonés Taki Kigawa abrió el jueves la nueva edición de Integrales del Centro de Experimentación del Colón (que continuó anoche con los cuartetos de Kagel por el Cuarteto de la UNTREF y concluye hoy con la música para piano de Berio por Haydée Schvartz).
En la obra pianística de Boulez hay un hiato de más de cuatro décadas; entre la Tercera sonata, completada en 1957 aunque revisada en más de una ocasión, e Incises, de 2001, el autor no escribió música para piano solo; e incluso en compañía de otros instrumentos el piano no tuvo mayor protagonismo excepto en una obra como Eclat (1965). Ese hiato es temporal y, desde luego, estilístico. Tal vez por el hecho de haber sido escrita especialmente para un concurso de piano, el Umberto Micheli de Milán, Incises se recorta como algo diferente dentro de la obra de Boulez; y, cosa rara en el músico francés, tampoco re-elabora materiales de otras piezas. Lejos de la idea de variación a gran escala, Incises no evita las figuras recurrentes ni la filosofía del estudio virtuosista, aunque sin perder la apariencia de una encantadora improvisación. Su interpretación requiere, como dijo Boulez en una conversación con András Varga, "manos de hierro en guantes de terciopelo", y exactamente así lo transmitió el formidable Taka Kigawa: con extrema precisión y tersura.
La producción pianística de Boulez no se detuvo en Incises. Cuatro años después el autor escribió una nueva pieza de cuatro minutos que tituló Página de efeméride. Como Incises, tiene también un propósito pedagójico (el "Piano Project" de la editorial de música contemporánea Universal), pero su estilo es muy diferente; en cierta forma lleva al piano ciertos gestos orquestales y ornamentales que se volvieron su marca registrada.
Además de las tres Sonatas (la primera, de 1946; la segunda; de 1948; la tercera, en una versión de 1963), la selección de Kigawa rescató una obra de la prehistoria pianística del músico francés: las Doce Notationes, que prácticamente desaparecieron del catálogo para volver transformadas en las Notaciones para orquesta.
Si bien están basadas en una serie dodecafónica (el número doce es omnipresente: cada pieza posee además doce compases), estas piezas tienen una belleza tímbrica y cierta resonancia acampanada que las sonatas dejaron un poco de lado y que Kigawa exploró magistralmente. Las Notaciones crecieron en una hermosa tierra ambigua entre el impresionismo y el serialismo de posguerra.
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